sábado, 5 de julio de 2008

Los narradores de Equipo Mensajero

Los narradores de Equipo Mensajero

Agafia Bermont




Al igual que los poetas de Equipo Mensajero, sus narradores han conformado un compacto grupo en torno a la revista como medio de difusión. Si bien el narrador más publicado por la revista ha sido su propio director, Janitzio Villamar, no ha sido el único. Entre sus corresponsales, han destacado al menos tres: José Luis Engel de Aguascalientes, Guadalupe Ledesma de Sinaloa y Marisela Quintana de Nicaragua. Entre los autores de sus talleres podemos citar a Rosa María Esquivel y a Moisés Céspedes. Entre los fuertemente apoyados, a Daniel Gutiérrez Pedreiro, Jorge Antonio García Pérez y Raquel Jodorowsky. El grupo no es tan numeroso como el de los poetas, pero se nota que tampoco es tan reducido, como cabría esperar.
El principal detonante para la narrativa en Equipo Mensajero han sido los premios de cuento organizados, tanto los de terror, como los eróticos, urbanos y fantásticos. El número de textos ha ido en aumento, de manera que ahora encontramos en cada número una buena muestra. Sin embargo, de los autores surgidos de los premios, ninguno ha permanecido dentro del grupo. Algunos, después de ganar el premio de Equipo Mensajero han obtenido premios nacionales de cuento y conseguido becas, pero ninguno ha mantenido cotidiano correo con la revista, tal vez porque sólo pretendían ocuparla.
José Luis Engel inició su participación literaria en Aguascalientes con el Instituto Cultural de allá, pero, tras su inclusión en Equipo Mensajero, su carrera se aceleró. A Equipo Mensajero llegó a través del I Premio de Cuento de Terror, a raíz del cual fue invitado a participar como corresponsal de la revista. Poco después, el CNCA incluyó en su colección Los Cincuenta su libro Aguas, que arden. Equipo Mensajero ha publicado al menos cuatro cuentos suyos. Guadalupe Ledesma es el más conocido de los autores de narrativa de Equipo Mensajero; ha obtenido numerosos premios a nivel estatal y nacional. Entre sus libros se cuentan al menos seis: El alcalde, Los visitantes, Ajuste de cuentos, Borrón y cuento nuevo, El vendedor de jaulas y Entonces la ternura. Algunos de sus textos son incluso utilizados como libros de texto en los Bachilleres de su estado natal. Pero, como muchos autores de provincia, ha sido vejado y menospreciado. Equipo Mensajero ha sido la ventana que lo ha dado a conocer a través de todo México e Hispanoamérica. Guadalupe Ledesma llegó a Equipo Mensajero a través de amistades. Como corresponsal fue el causante de la publicación de un fuerte número de autores sinaloenses: Rossy Palau, Angélica Cifuentes y José Santos Torres, todos de altísima calidad. de él se han publicado al menos cuatro cuentos y tres poemas. Marisela Quintana hizo su aparición también por amistades, pero, como no todos los autores arribados de esta manera, llegó para quedarse. Pronto fue invitada a participar como corresponsal de Equipo Mensajero y se publicaron al menos tres de sus cuentos. Uno de sus libros se titula 5 cuentos por encargo y otro por desconsuelo.
Rosa María Esquivel llegó a Equipo Mensajero desde la revista La Pluma del Ganso. después tomó el taller de narrativa de la revista y pronto se vio publicada en la misma al menos dos veces y en periódicos nacionales como La Prensa. Moisés Céspedes ha colaborado con la revista como dibujante y como cuentista. Como dibujante ha ilustrado para por lo menos cinco números y como escritor ha sido publicado en un par de ocasiones. También ha llevado uno de los talleres de narrativa de Equipo Mensajero. Como dibujante ha hecho cómics para Vid, Novedades y muchas otras. También ha sido retratista y pintor de murales y cuadros. Daniel Gutiérrez Pedreiro, más conocido como poeta, fue revelado narrador en Equipo Mensajero, alcanzando entre todas sus publicaciones, al menos once. Entre sus libros, todos de poesía, cabe destacar Piedras en lamento, Danza de los lagartos, Sombra bajo la piel e Ícaro triste. Equipo Mensajero lo ha llevado al interior del país, en donde no era conocido, siendo que es admirado y respetado en toda Hispanoamérica. Raquel Jodorowsky fue relanzada por Equipo Mensajero, pues, tras muchos años de silencio, nuevamente fue editada para toda Hispanoamérica por Equipo Mensajero. Jorge Antonio García Pérez es un autor poco conocido, pero de gran calidad, hidalguense. Llegó a Equipo Mensajero a través del corresponsal de la revista en Hidalgo: Martín Jiménez Serrano. Se le ha publicado al menos en cuatro ocasiones, tanto poesía como cuento.
Capítulo aparte ocupa Janitzio Villamar, que ha sido el más publicado por la revista. De él se publicaron diez cuentos y está en proceso una novela por entregas. Aunque ciertamente es un autor muy prolífico, no deja de ser un escritor de gran calidad. Por su poesía, ensayos y traducciones es conocido, aunque no profusamente, en toda Hispanoamérica. Su obra narrativa ha permanecido casi en exclusiva para Equipo Mensajero, pese a que algunos antologadores han comenzado a recogerla en libros y algunas revistas han mostrado interés por ella. La inmensa mayoría de los comentarios que llegan a Equipo Mensajero hablan de los textos de este autor. Algunos proponen que escriba más, otros, cuando dejaron de salir sus textos, que volviera a escribir, otros que publique libros. Y estos los hablan de su narrativa, lo demás no viene al caso en este ensayo.
La característica común entre los autores publicados por Equipo Mensajero es la calidad. Hace poco se hicieron los índices generales de la revista y resultó que han pasado más de sesenta narradores por sus páginas. Los cuentos publicados revelan una enormidad de temas, de estilos, de lugares, por lo que no podemos enmarcarlos dentro de una tendencia, los hay de temas de terror, eróticos, costumbristas, de ciencia ficción, medievales, chistosos, amorosos, sinaloenses, coahuilenses, defeños, michoacanos, guerrerenses, tamaulipecos, veracruzanos, chiapanecos, en fin. La norma ha sido y me consta, la calidad. Los textos publicados tratan de ser claros, legibles. He leído revistas en las que los cuentos no son entendibles, tan mala es la redacción, pese a que a veces la idea sea buena o al revés, ideas pésimas con buena redacción. Y, en la mayor parte de los casos, pésima redacción con pésimas ideas. Esto sucede, a decir del propio Janitzio Villamar, no por mala fe o malos aprendizajes, sino por la imitación de malos modelos y por la cultura de la no lectura, así como se oye. En México hay una cultura de la no lectura, autores y editores que no leen y publican lo que pueden, lo que se imaginaron, sin saber si Poe escribió su Caida de la casa Usher o Ray Bradbury sus Crónicas marcianas. Cuántas veces he visto, sobre todo en las revistas de ciencia ficción y terror mexicanas cuentos famosos bajos otros nombres y lo peor, pésimamente redactados. Por ejemplo, casi todos los cuentos ganadores del Premio Puebla de Ciencia Ficción, copias casi al carbón de cuentos y novelas de John Brunner, Philip K, Dick, Asimov o Silverberg. Es una vergüenza. También he leído a Rulfo miles de veces. Lo he leído en revistas de Oaxaca, Veracruz, Tamaulipas, Aguascalientes, Michoacán, en fin, de todas las latitudes, firmado por cien autores diferentes bajo títulos diferentes y con muy mala redacción. Con Fuentes ocurre lo mismo y con García Márquez, el estimado Gabo, hasta autores multipremiados son sus viles imitadores.
Equipo Mensajero tiene una actitud diferente. Se busca la originalidad y la buena redacción. Recuerdo aquel texto ganador del I Premio de Cuento de Terror Mensajero, tan mal escrito, pero votado por personalidades del medio ajenas a la revista. Vi la paciencia con que se tuvo que trabajar con la autora, ya no para que quedara bien, sino sólo para que se entendiera lo que trataba de decir. El tema es prosaico y común. Lo he visto publicado, desde antes que lo “escribiera” Merari Fierro Villavicencia varias veces. Por esto y por el caso del II Premio de Cuento de Terror, cuyo ganador fue otro patán, Juan José Rojo Solís, con un cuento que no es cuento, sino crónica o ensayo, también elegido por jurados famosos, algunos tanto que salen diario en periódicos, televisión y radio, se optó por no tener jurados famosos y elegir jurados lectores, jurados con la cultura necesaria para juzgar textos y elegir a los que mostraran originalidad.
Y vale la pena mencionar que Equipo Mensajero ha sido la única revista de análisis literario, demostrado por su pronta aceptación de géneros y tendencias a aparecer. El caso más documentable es el del género de terror. Equipo Mensajero fue la primer revista en México en publicar a autores del género e impulsarlo. El Premio de Cuento de Terror, el Club del Monstruo Nobíblico, la revista Drácula´s Magazine y la propia Equipo Mensajero conformaron el género durante años, antes de la aparición de revistas propias del género y recopilaron a los autores que fueron surgiendo. Los mejores y más difundidos autores del género pasaron por sus páginas. Algunos de ellos pertenecen al grupo de narradores de Equipo Mensajero, como Janitzio Villamar, Moisés Céspedes, Marcos Manuel Rodríguez Leija, José Luis Engel, Hugo Mendieta Zerón e incluso Eduardo Sánchez Barragán. El documentadísimo ensayo de Tte. Ackbar sobre la literatura de terror en México no deja lugar a dudas, Equipo Mensajero fue la fundadora del género en nuestro país y su mayor impulsora.
El Premio de Cuento Erótico tiene poco tiempo, pero se espera que también provoque el renacimiento de la literatura erótica en México, limitada a pobrezas como las calenturas del ignorantísimo y tremendamente discriminatorio de la mujer, Óscar de la Borbolla, quien tontamente se fotofusiló a Yolanda Vargas Doulché en dos de sus novelas, Gabriel y Gabriela, a los que ni siquiera les cambió el nombre, sólo unas cuantas situaciones y la mayor descripción, mucho mayor, de las escenas escabrosas. El género comienza a levantarse, pero de sus entrañas ya parten autores de importancia. Entre los ganadores de este premio están Berenice Romano Hurtado y Svetlana Larrocha, gratamente mujeres en el tema más neciamente considerado masculino.
El resto de los cuentistas tienen en su haber un solo cuento cada uno. Lo importante aquí es preguntarse si esta muestra será la muestra que perdurará dentro de diez años y serán estos los autores que publiquen libros de narrativa en un futuro muy próximo. Si es así, es que las cosas no andan tal mal para Equipo Mensajero, pero si no es así, querrá decir que los autores que publiquen narrativa o se han mantenido alejados de la revista o han sido rechazados por ella o simplemente no han surgido. Personalmente considero que, después de tanto tiempo sin autores de narrativa, Equipo Mensajero ha hecho una importante labor y no tardará en ocupar el lugar que le corresponde al lado de su magnífica labor en poesía.

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